viernes, 3 de septiembre de 2010

¿De qué rien los políticos?


Hace tres años que tomé esta imagen. Se trata de la inauguración de un parque en la ciudad barcelonesa de L'Hospitalet de Llobregat. El hombre del micrófono, Celestino Corbacho, era entonces el alcalde de dicha ciudad, y mira tú que cuando lo vi hablar, no me ofreció mucha confianza. Así que imagina mi alegría, cuando ascendió de alcalde a ministro de trabajo. Al fin y al cabo, pensé: bueno... ahora puedo constatar más objetivamente qué tal lo hace el señor. Pero no, no lo ha acabado haciendo del todo bien (más de 4 millones de parados), y encima para colocarle la guinda a la tarta, se escaquea como el que no quiere la cosa "dimitiendo" sin dimitir (¡qué hábil!) de su puesto, con el fin último de "ayudar" a su partido en catalunya. Pero.. ¿ayudar a su partido ?¿este hombre no tenía que ayudarnos a nosotros? ¿Qué pasa? ¿Qué ahora los partidos políticos se han convertido en algo así como equipos de fútbol y lo importante resulta que no es que jueguen mal o bien sino que sólo y únicamente ganen ?(aunque sea a toda costa). Y de esta manera, que les hagamos ganar a ellos (no sólo las elecciones) con nuestros propios votos. Porque a mi es lo que me parece. Me parece que la sociedad les vota por cierta ceguera de equipo, cosa a la que contribuyen los medios dando prioridad a sus refriegas y cotilleos, como si eso fuera de interés para el país. Pero.. ¿no hay más partidos que estos, siempre el eterno barça-madrid, que es igual que el eterno psoe-pp? ROJO y AZUL, ¡¡LEJÍA!!.

Me parece que ahora voy comprendiendo de qué ríen los políticos. Quizás se rían de nosotros y de nuestra fidelidad. Ya lo saben, si no les toca a ellos estas elecciones, pues será para las siguientes, o quizás las posteriores. Además, perder tampoco es tan grave, si no hay altos cargos que ocupar.. pues ya ocuparán otros en la oposición o a nivel autonómico o quizás provincial, y a meter cizaña hasta que se vuelva a salir elegido (de esto sabe un rato el PP)

En fin, que aunque no me guste hablar mucho de esto, porque seguramente al que lea esto, no le voy a ofrecer nada nuevo; (sobre todo si lo llega a leer un político) he de confesar que esta foto la tenía bien guardada, porque sospechaba que, algún día Celestino Corbacho me daría una excusa para publicarla y así, me podría desahogar de aquella sensación de estafa, que me produjo asistir a aquella inauguración, que encima, para más "inri", fue sólo parcial e incompleta, ya que aún faltaba algún equipamiento por terminar. Pero después de tantas líneas leídas, ya es sabido que lo importante no es hacer las cosas bien, sino dejar un buen recuerdo en la mente del votante (unas flores de colores, un jardincito arregladito y un par de buenas intenciones para el futuro), y todo ello, si puede ser, unas semanas antes de las elecciones.


Si algo va mal en la política, no te preocupes Celestino, porque en la foto podrás reír por siempre.